Ante mí. Desnuda. La llama de tu ingenua vanidad aviva mi recóndita hoguera. Me miras, te miro; la sincronía de nuestro pulso vital desata el huracán en el vórtice de la tormenta...
Luz nacida de la más insondable oscuridad. Un rutilante brillo en un universo de tormentas...
Ante mí. Desnuda. La llama de tu ingenua vanidad aviva mi recóndita hoguera. Me miras, te miro; la sincronía de nuestro pulso vital desata el huracán en el vórtice de la tormenta...
No hay comentarios:
Publicar un comentario